Sabes que debes cumplirlas, pero no estás 100% seguro de qué son, en qué consisten y, sobre todo, por qué debemos acatarlas. Hoy, hablaremos sobre qué son obligaciones fiscales, profundizando en su clasificación y explicando su importancia para el desarrollo de México. ¡Toma nota!

¿Qué son “obligaciones fiscales”?
Las obligaciones fiscales son aquellas que deben atender personas tanto físicas como morales, a fin de acatar las legislaciones mexicanas en materia tributaria. Su objetivo es asegurar que todos los contribuyentes aporten al financiamiento del gasto público, permitiendo al Estado ofrecer servicios y programas que beneficien a la población.
Estas obligaciones se encuentran reguladas principalmente por el Código Fiscal de la Federación, así como por diversas leyes específicas, por ejemplo, la Ley de Impuesto Sobre la Renta (ISR), la Ley del Impuesto al Valor Agregado (IVA), entre otras.
¿Qué tipo de obligaciones fiscales hay?
Por lo general, se piensa que las obligaciones fiscales siempre conllevan un pago a realizar dentro de la declaración mensual o anual. Sin embargo, las responsabilidades tributarias se cumplen día a día en las tareas más ordinarias. Para entender esto, debemos comprender que hay dos tipos de obligaciones:
- Formales: no implican directamente algún pago, sino que son de carácter administrativo y están relacionadas con el cumplimiento de los procesos estipulados por la ley. Algunos ejemplos de este tipo de obligaciones son la inscripción al Registro Federal del Contribuyente (RFC), la emisión de comprobantes fiscales digitales (CFDI) o la presentación de declaraciones informativas.
- Materiales: es decir, aquellas que sí implican el pago de contribuciones al Estado. A diferencia de las obligaciones formales, las materiales están relacionadas con el cumplimiento económico mediante el pago de impuestos mayormente como el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) o el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Ya que distinguimos entre obligaciones fiscales formales y materiales, hablemos de cómo se clasifican éstos últimos. De acuerdo con el artículo 31, fracción IV de la Constitución política, así como con el artículo segundo del CFF, los mexicanos estamos obligados a contribuir al gasto público a través de las siguientes vías:

1. Impuestos
La contribución que se tiene que pagar al Estado para que éste pueda financiar infraestructura, servicios y proyectos dirigidos a diversos sectores de la ciudadanía. Gracias a ellos, es posible contar, entre otras cosas, con fuerzas de seguridad pública, educación gratuita, programas sociales y hospitales estatales. Para costear este tipo de iniciativas, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público organiza los impuestos es dos tipos:
- Directos: los que gravan las ganancias o el patrimonio del contribuyente de manera individual, es decir, se calculan según la situación económica de cada persona. Su denominación se debe a que su pago no requiere de intermediarios que trasladen el impuesto, sino que se hace de forma expedita al Estado. Algunos de los impuestos directos más comunes son el ISR y el predial.
- Indirectos: estos gravan el consumo y el uso de bienes o servicios a través de una carga económica que se traslada al consumidor. Por ejemplo, al comprar algún equipo de cómputo, deberás pagar el valor de la computadora más el 16% de IVA. Aquí, el proveedor actúa como intermediario, recaudando provisionalmente el impuesto para después enterarlo al SAT. Otro de los impuestos indirectos más habituales es el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, el cual grava bienes como el alcohol, el tabaco, la gasolina y las bebidas azucaradas.
2. Aportaciones de seguridad social
Estas contribuciones se recaudan con el objetivo de financiar servicios y prestaciones en materia de salud, vivienda, pensiones y programas para la protección social de trabajadores y sus familias. Las aportaciones de este tipo están reguladas por tres entidades: el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Instituto Nacional del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT).
3. Contribuciones de mejoras
Las contribuciones de mejoras se refieren a los pagos que se realizan al Estado en virtud de la plusvalía que generan sus proyectos de infraestructura en la propiedad de personas físicas y morales. Por ejemplo: si tú posees un inmueble y el gobierno pavimenta o construye una terminal de transporte público en las inmediaciones, dicho inmueble aumenta su valor. En consecuencia, los impuestos relacionados con él también se incrementan, principalmente a través del impuesto predial.
4. Pago de derechos
Finalmente, está el pago de derechos, una contribución que se salda al recibir un servicio o usar un bien financiado por el Estado. De esta forma, éstos aseguran su rentabilidad y garantizan que quienes se benefician de ellos aporten de forma justa a las arcas públicas. Los ejemplos más usuales de este tipo de impuesto son el pago de derechos por licencias de conducir, por trámite de pasaporte y por uso de carreteras de cuota, entre otros.

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